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PROGRAMA

ÁNGARO 

Pieza de creación propia que se inspira en la melodía y la fuerza del tajaraste. El término ángaro, de origen griego y ya en desuso, hace referencia al fuego que se hacía antiguamente en las atalayas a modo de aviso. En este caso, Ángaro —que también da nombre al espectáculo— es la llamada que nos invita a adentrarnos en un viaje apasionante y a dejarnos llevar por las emociones.

TRIGO TOSTADO 

El sonido que produce el grano en la piedra de moler nos traslada a una época en la que el hambre protagonizaba la vida de muchas personas. De la necesidad de romper con la monotonía de las tareas cotidianas, de entretener al estómago y de alimentar al alma surgen cantos como el de panaderas —proveniente del folclore ibérico—, en el que se basa nuestra propuesta.

FUJARA

El título de este tema hace referencia a la flauta de origen eslovaco que suena al comienzo sobre el lamento del bajo eléctrico. Nuestra propuesta está basada en el sirinoque de la isla de La Palma y, como curiosidad, interpretamos de forma silbada la parte de las relaciones, en la que tradicionalmente se produce un desafío entre los que improvisan las coplas cantadas. Mientras los silbos suenan, las cantantes comienzan a girar sobre sí mismas al estilo de la danza derviche, una práctica meditativa de carácter espiritual de origen turco. Esta escena da paso a una secuencia más influenciada por el flamenco en la que se suceden las improvisaciones de instrumentos clásicos y populares.

AIRES DE MALI

Desde el principio, el sugerente sonido de la kalimba y de las calabazas percutidas delata la presencia del espíritu africano, que envuelve a los aires de Lima de Valsequillo en los que nos inspiramos para esta canción. Los djembes hablan con fuerza y el violín responde con delicadeza y contundencia, derramando sus notas sobre un escenario en el que la ya corta distancia geográfica que separa a Canarias del continente africano se ha desvanecido. 

MAGDALENA

Tomamos la isa del uno de la isla de Lanzarote como fuente de inspiración y, a partir de ahí, ofrecemos una sugerente y delicada puesta en escena, que se nutre también de sonoridades de origen africano a través de instrumentos como los caxixis o el birimbao, a los que además se les suma el repiqueteo alegre y característico de las lapas.

GOFIO Y JAREA

El folclore de El Hierro protagoniza esta creación —basada en el tango herreño y en el Baile del santo—, que comienza con el sonido de los bucios. El carácter enérgico que adquiere desde el principio está fundamentado principalmente en el toque de panderos cuadrados de Peñaparda (Salamanca). Destaca también la inclusión en este tema de una txalaparta, un instrumento procedente del País Vasco formado por unos maderos que se percuten con unas makilas —palos de madera semejantes al tolete canario—. Para fabricar esta txalaparta personalizada hemos restaurado unos antiguos yugos de arado.

VELORIO DE LOS ANGELITOS

El título de este tema recoge el nombre que se le daba a un antiguo rito funerario practicado regularmente en La Gomera hasta principios del siglo xx, que ponía de manifiesto la particular manera en que se velaba a los niños pequeños —los angelitos— antes de darles sepultura. Sus seres queridos más cercanos cantaban, bailaban llevándolo en brazos y tocaban el tambor y las chácaras en su honor. También nosotros, sobre el escenario, y tras el reclamo del sonido de un litófono, nos entregamos al canto, al toque y al baile sobrecogidos, como si el espíritu que envolvía esa costumbre de antaño regresara de alguna manera… o como si nunca hubiera desaparecido del todo. 

TANGANILLO

El redoble de dos enormes tambores inspirados en taikos (tambores japoneses) anuncia el comienzo de esta propuesta musical que se fundamenta en el tanganillo de la isla de Tenerife y que se nutre también de sonoridades africanas a partir del toque del birimbao y las krakebs. Además, la percusión canaria está representada en este caso por las castañetas y el tambor de El Palmar (Tenerife). La conjugación de trompa, violín, contrabajo y piano con la que concluye el tema lo dota de cierto carácter cinematográfico. 

LA FLORIDA

Esta creación está inspirada en el tango de La Florida, que originalmente se cantaba y se bailaba en la zona alta del municipio de La Orotava, donde se encuentra el barrio de La Florida. Para su interpretación hacemos uso de un forito, nombre que se le da a un tipo de acordeón utilizado en Lanzarote. Además, nos valemos de una guitarra y un timple con una estética y una historia particular, fabricados exclusivamente para Ángaro; dos instrumentos hermanos a los que el lutier dio vida a partir de una misma pieza de madera que recuperó en la isla conejera. La presencia del violín, el fliscorno y el contrabajo terminan de redondear esta propuesta sumamente emotiva. Y, de la misma manera que ocurre en el referente tradicional, al final introducimos un tajaraste acompañado de chácaras y tambores que da pie a una conclusión intensa y conmovedora.

ALISIOS

Se trata de una canción propia inspirada en una de las melodías que dibujan los pitos herreños en el Baile de la virgen. La letra del estribillo se basa en la siguiente endecha en idioma nativo, recogida por el cronista Leonardo Torriani en la isla de El Hierro: «Mimerahanà zinu zinuhà / Ahemen aten haran hua / Zu Agarfù fenere nuzà», cuya traducción es «Acá nos traen. Acá nos llevan. / Qué importa leche, agua y pan / si Agarfa no quiere mirarme». Alisios tiene el mismo tono lastimero que caracteriza a la endecha canaria, composición poética procedente de la cultura aborigen en la que se aprecia una clara influencia sefardí. 

SORONDONGO

En esta particular versión del sorondongo de Fuerteventura, instrumentos tradicionales canarios como el tambor gomero o las chácaras se combinan con otros pertenecientes a otras culturas como los panderos de Azerbaiyán o las calabazas africanas, todo ello sobre una base instrumental de corte clásico, que además se encarga de introducir el tema a partir de un peculiar juego rítmico.

TANGO GUANCHERO

Tomamos como referencia la canción folclórica homónima propia del barrio de Benijos, en la zona alta de La Orotava (Tenerife). Una flauta de pico de tesitura grave utilizada tradicionalmente en la música irlandesa (low whistle) es la encargada de sumergirnos desde el principio en la atmósfera emotiva y melancólica que caracteriza nuestra interpretación.

TINDAYA

La montaña de Tindaya, en la isla de Fuerteventura, es el germen que ha dado como fruto esta canción basada en la polca majorera. La letra de esta composición y el texto que se recita al principio suponen una apología de la preservación de los elementos identitarios del pueblo majorero y canario y, a su vez, pretenden ser un llamamiento a la coherencia en las intervenciones artísticas en los suelos protegidos de nuestras islas. 

MALAGUEÑA DEL TAMBOR

Basada en la malagueña margariteña (Venezuela) y en la malagueña de los novios (Fuerteventura), esta creación habla del poder de la percusión —especialmente del tambor—, de cómo es capaz de hacernos latir como un solo pulso. Los principales protagonistas son los cuatro enormes tambores —inspirados en los pow wow provenientes de la cultura americana— con los que los percusionistas se funden y rugen como cuatro fieras en el punto álgido de este viaje sonoro. Los tambores nos recuerdan que existe un vínculo profundo, hermoso y poderoso que nos conecta a todos los seres vivos con la tierra. Esta canción es un torrente de fuerza canalizado a través de la percusión y del tambor que nos late dentro del pecho.

SAN BORONDÓN

Según una leyenda popular canaria, San Borondón era una isla que se caracterizaba por aparecer y desaparecer a su antojo, escondiéndose tras una espesa niebla, ocultándose a los ojos de quienes la buscaban. Esta creación propia se inspira en la inquieta historia de ese pueblo mitológico y nos invita también a indagar en el terreno personal, en nuestras propias arenas movedizas, que nos llevan a ausentarnos a veces o a atrevernos a aparecer con toda la presencia…, sin miedo a ser descubiertos.

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