CAPÍTULO I. «El timple».

Debido a las nuevas tecnologías y a las necesidades actuales, la artesanía ha experimentado una evolución en las últimas décadas, devenir que puede apreciarse en nuestro instrumento musical más emblemático, el timple.
En oposición a las producciones industriales o en serie, David Sánchez —lutier de vanguardia—continúa el oficio tradicional de fabricación de instrumentos musicales cordófonos apostando por la unificación de diseño y arte en sus piezas. El valor estético está ahora a la altura de la función práctica.

CAPÍTULO II. «El violín».

En esta segunda entrega nos sumergiremos en el trabajo de un lutier de cuerda frotada, Adelto Rodríguez, que se vale de su formación como escultor para dar vida a sus creaciones. Seguimos, así, con la intención de poner de relieve diferentes profesiones que se desarrollan en el archipiélago, y cómo han prevalecido gracias a una inminente adaptación a las necesidades actuales y a las nuevas tecnologías.